La fanerógama marina Nanozostera noltii se desarrolla sobre sustratos arenosos y fangosos en los estuarios y lagunas costeras del litoral Cantábrico, dentro del hábitat de interés comunitario 1140 (llanos fangosos o arenosos que no están cubiertos de agua cuando hay marea baja). Se trata de una especie de alto valor ecológico y de conservación que está actualmente incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011). Como consecuencia del efecto de fuentes de alteración de origen natural y/o antrópicas, en las últimas décadas su área de distribución ha experimentado un progresivo y marcado retroceso a escala local (i.e. costa Cantábrica), biogeográfica (i.e. Atlántico Norte) y global. Esta tendencia representa una seria amenaza tanto para la conservación de la especie, como para el mantenimiento de los servicios ecosistémicos que proporciona (e.g. protección costera o provisión de materias primas y alimentos).

Si bien la singularidad y vulnerabilidad de estas praderas marinas incrementan el interés de su estudio y conservación, a día de hoy no existen cartografías de detalle sobre la presencia y distribución de las mismas a lo largo de la costa cantábrica. Tradicionalmente, los trabajos cartográficos se han llevado a cabo a través de campañas de campo y/o modelado numérico con  elevado coste técnico, económico y humano. Esta situación ha favorecido el auge, en los últimos tiempos, de técnicas cartográficas complementarias basadas en el análisis de imágenes procedentes de sensores remotos. La teledetección es una herramienta de gran potencialidad, cuyas principales ventajas radican en su capacidad para proporcionar datos homogéneos de muy alta resolución espacial y en la disponibilidad de largas series temporales.

La combinación de imágenes de satélite con la firma espectral de las especies permite aplicar técnicas de clasificación capaces de reducir el grado de incertidumbre de las cartografías de vegetación obtenidas, incluso, a nivel de especie.